Una soldado sostiene lo que parece ser una correa para perros alrededor del cuello de un preso iraquí desnudo.

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La violencia también se recrudeció en Bagdad, donde a primera hora de la mañana un suicida se inmoló frente a la sede de la Administración civil de la Coalición y asesinó a cinco iraquíes y un soldado estadounidense.

Fuentes militares estadounidenses informaron de que sus soldados abatieron a tiros a 41 milicianos radicales chiíes durante un duro combate librado en la localidad de Kufa, al oeste de la ciudad santa de Nayaf.

Además, el temor a los secuestros retornó al país después de que un canal de televisión árabe divulgara un vídeo en el que un hombre con los ojos vendados y doble nacionalidad iraquí-estadounidense, asegurara en inglés que había sido capturado y pidiera la mediación de los religiosos suníes para su liberación.

En medio de este nuevo repunte de la violencia, aterrizó en Bagdad el enviado especial de la ONU, Lahdar Brahimi, con el objetivo de avanzar en el proceso de traspaso de poder.

Testigos contactados por teléfono, aseguraron que seis blindados estadounidenses entraron en la ciudad santa de Kerbala y destruyeron varias oficinas de los partidarios del líder radical chií Muqtada al-Sadr.

Los tanques, acompañados por otros vehículos blindados, tomaron posiciones cerca de los santuarios del Imán Husein y del Imán Abbas. Añadieron que no se registraron combates, y que los partidarios del asediado Muqtada no «ofrecieron resistencia», al contrario de lo que ocurrió en la vecina localidad de Nayaf, lugar en el que se encuentra refugiado el joven clérigo.

El portavoz militar norteamericano no reveló si en el enfrentamiento se registraron bajas entre los soldados de su país, y se limitó a detallar que los tiroteos se prolongaron durante varias horas.

La fuente también confirmó que tropas de asalto, apoyadas por vehículos blindados, tomaron la sede de la Gobernación en la ciudad santa de Nayaf, y desalojaron a las milicias radicales chiíes que se refugiaban en el inmueble.