Una de las fotografías tomadas en la base militar de Dover con los féretros de soldados muertos en Irak.

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«Son muchos los jóvenes que me piden permiso para realizar operaciones de 'martirio' (suicidas), y yo les digo que esperen», aseguró el joven clérigo ayer durante el sermón del viernes antes de la oración del mediodía y ante miles de fieles chiíes en la ciudad de Kufa, a donde se desplazó desde Nayaf para asistir a la plegaria del viernes.

Soldados estadounidenses reemplazarán provisionamente en Irak a las fuerzas de los países que han decidido repatriar sus tropas, según anunció ayer un viceministro polaco de Defensa, Janusz Zemke.

Al Sadr advirtió con estás palabras a EE UU, que comenzó a concentrar tropas a las afueras de Nayaf el pasado 12 de abril, del peligro de llevar a cabo un ataque contra esa ciudad santa, ubicada a 161 kilómetros al sur de Bagdad.

El clérigo, que se opone a la presencia de tropas de ocupación en Irak, afirmó que prefería una solución negociada a la crisis que le enfrenta con la coalición, pero acusó al mando militar estadounidense de imponer «condiciones imposibles de cumplir».

Las advertencias de al Sadr coincidieron con un enfrentamiento registrado ayer entre el «Ejército del Mahdi», milicia creada por el joven clérigo, y marines estadounidenses en la ciudad de Kerbala, a unos 130 kilómetros al sur de Bagdad.

«Durante los próximos 90 días, los soldados estadounidenses asumirán las labores en Irak que eran responsabilidad de las fuerzas españolas, dominicanas y hondureñas», declaró Zemke. El administrador civil estadounidense en Irak, Paul Bremer, anunció por su parte que ex oficiales superiores del Ejército de Sadam Husein serán reclutados para ayudar a estructurar el nuevo Ejército iraquí.