El ataque se produjo apenas una semana después de que el Gobierno
israelí anunciase el inicio de una ofensiva contra las
organizaciones de la resistencia palestina en la franja de Gaza. La
radio oficial israelí informó de que el propio Ariel Sharon había
supervisado el asesinato.
Cientos de miles de palestinos furiosos clamaron venganza
durante los funerales por el jeque Ahmed Yasín. Decenas de miles de
personas se manifestaron en Egipto, Yemen, Jordania, Irak y Líbano
en protesta por el asesinato del fundador de Hamás.
n su primera reacción oficial a la noticia, Ariel Sharon
felicitó las fuerzas de seguridad hebreas por el asesinato de
Yasín. «El Estado de Israel atacó al primero de los asesinos y
terroristas palestinos», señaló durante una breve alocución ante
los diputados de su partido, el Lukud. «La quintaesencia de la
ideología de este hombre era el asesinato y la muerte de los
judíos, estén donde estén, y la destrucción del Estado de Israel»,
añadió.
Por su parte, la portavoz del Ejército israelí, Ruth Yaron,
justificó el ataque y afirmó que la operación contó «con la
autorización de la clase política, incluido el jefe del Gobierno».
No obstante, dos ministros del partido centrista Shinui votaron en
contra de la eliminación de Yasín durante la reunión que celebró el
gabinete de seguridad israelí la semana pasada, en la que se tomó
la decisión de acabar con el fundador de Hamás.
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