Arafat se abraza al primer ministro palestino, Ahmed Qureia, durante la ceremonia de composición del nuevo gobierno de crisis, que no se logró cerrar ayer.

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EFE-RAMALA
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, dijo ayer que «una de las lecciones que Israel ha aprendido de la guerra del Yom Kippur de hace treinta años es que el país tiene que estar siempre preparado para la guerra».

Por su parte, el presidente Moshé Katsav dijo que Israel «no puede ser sorprendida», en alusión a la guerra del Yom Kippur de 1973, cuando Egipto y Siria atacaron por sorpresa a Israel. Agregó que el dolor por las muertes de más de 2.600 soldados todavía no ha menguado.

Durante las ceremonias que se celebran con motivo del aniversario del conflicto, Sharon afirmó que «tenemos que desarrollar constantemente y mejorar nuestra superioridad, tanto en el espíritu de los de los luchadores como en los instrumentos bélicos, como si la próxima guerra estuviera a la vuelta de la esquina».

«Estar preparado para la guerra es la única manera de alcanzar la paz», añadió Sharón. «No somos inmunes a las sorpresas. Sólo si estamos constantemente preparados alcanzaremos la paz, y alcanzaremos la paz», reiteró. Advirtió que «Israel seguirá defendiendo a sus ciudadanos y no dudará a la hora de golpear a sus enemigos estén donde estén y con todos los medios».

Por otra parte, el presidente palestino, Yaser Arafat, enfermo y amenazado por Israel con ser desterrado, ha creado por decreto un Gobierno de Crisis que no logra cerrar porque Naser Yusuf, su ministro de Interior, la cartera más importante, se niega por el momento a prestarle juramento.