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EFE-VIENA
La OPEP sorprendió ayer a los mercados con un recorte de su oferta de crudo en 900.000 barriles diarios, pactado en una reunión en Viena donde por primera vez desde la guerra participó una delegación del gobierno interino de Irak, que anunció un considerable aumento de sus ventas de crudo.

La decisión, que afecta a la producción de diez de los once miembros de la OPEP -todos menos Irak-, fue adoptada por la 117 conferencia ordinaria de la organización y cuando trascendió a la prensa a mediodía originó inmediatamente un alza de casi un 4 por ciento en los precios del crudo y los productos derivados, mientras que las Bolsas reaccionaron a la baja.

Hasta entonces, los mercados daban por descontado que los ministros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) iban a dejar sin cambios las cuotas de bombeo vigente, que suman 25'4 millones de barriles diarios (mb/d) y que pasarán a 24'5 mb/d, es decir se reducirán un 3'5 por ciento a partir del 1 de noviembre.

Vuelven así al nivel oficial de producción de antes del 1 de junio pasado, si bien en los primeros cinco meses del año excedieron considerablemente ese tope de bombeo para compensar la falta de crudo ocasionada por la guerra y la posguerra en Irak, así como por las crisis en las industrias petroleras de Venezuela y Nigeria.

El presidente de turno de la organización y ministro qatarí de Energía, Abdullah bin Hamad Al Attiyah, justificó la medida, entre otros hechos, en que aquellos factores ya han desaparecido, pues Venezuela y Nigeria han recuperado su nivel usual de producción, mientras que Irak aumenta progresivamente su bombeo.