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EFE/OTR/PRESSBAGDAD
Un total de siete miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes resultaron muertos ayer y unos 45 se encuentran heridos, tras registrarse una explosión en la sede de la Dirección de la Policía en la ciudad de Ramadi, situada a unos 100 kilómetros al oeste de Bagdad.

La explosión tiene lugar un día después de hacerse públicas unas declaraciones del ex jefe del Estado iraquí Sadam Husein transmitidas por la cadena de televisión Al Yazira. El atentado se registró alrededor en los recintos de la sede de la Policía cuando se procedía a la entrega de los correspondientes diplomas a los nuevos policías.

En ese momento varios desconocidos lanzaron explosivos contra los asistentes, según manifestó uno de los heridos, en el hospital al que fueron desplazadas las víctimas.