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JUAN ANTONIO SANZ-MOSCÚ
Una mujer «kamikaze» cargada de explosivos se inmoló ayer contra un autobús de la Fuerza Aérea rusa y mató a 17 especialistas civiles y militares en Osetia del Norte, república del Cáucaso ruso fronteriza con la separatista Chechenia. Este nuevo atentado suicida, tras los cometidos en mayo pasado en las ciudades chechenas de Znamenskoe e Islaján-Yurt (con cerca de 80 muertos), cuestiona el plan del Kremlin para pacificar Chechenia y amenaza con extender el conflicto por todo el Cáucaso.

El ataque de ayer se produjo en las cercanías de Mozdok, ciudad septentrional de Osetia del Norte a menos de 20 kilómetros de Chechenia, y, según la Fiscalía General rusa, tenía como blanco la base aérea que está en las afueras de la localidad. Este aeródromo militar albergó a los cazas, bombarderos y helicópteros de combate que atacaron objetivos civiles y rebeldes durante las dos guerras chechenas. El autobús, que llevaba entre 30 y 40 militares y civiles trabajadores de ese aeródromo, había abandonado a primera hora de la mañana Mozdok y se dirigía a la base aérea, a menos de seis kilómetros.

Apenas había abandonado la ciudad cuando en uno de los nudos ferroviarios que rodean el norte de Mozdok el autobús tuvo que reducir su velocidad para cruzar un paso a nivel. Otras versiones señalaron que el autocar simplemente se detuvo para recoger a nuevos pasajeros con destino a la base y ése fue el momento que aprovechó una mujer que vestía una bata blanca para lanzarse contra la puerta del autobús.