TW
0

El posible suicidio en paracaídas del político liberal Jürgen Moellemann, justo cuando la policía registraba su casa en busca de pruebas por varios escándalos fiscales, deja abiertos muchos interrogantes sobre su implicación en irregularidades financieras. Cuando a las 12.19 horas de ayer el Bundestag levantaba la inmunidad de Moellemann, los agentes de la policía se encontraban ya delante de su casa en Münster, en el Estado federado de Renania del Norte Westfalia, esperando el permiso parlamentario para proceder al registro domiciliario que había ordenado la fiscalía.

Diez minutos después, varios agentes entraban en la casa en compañía de la esposa del ex vicepresidente del partido Liberal (FDP), y lo mismo ocurría con cerca de un centenar de policías en otras 24 dependencias relacionadas con él. Entre las viviendas registradas figuraban su casa de veraneo en Gran Canaria, así como sus oficinas parlamentarias, sus empresas y los bancos en los que tenía cuentas en Liechtenstein y Luxemburgo.

El registro formaba parte de las investigaciones abiertas por varias fiscalías por presunta evasión fiscal, fraude y violación de las leyes de financiación de partidos. Tan sólo diez minutos después del comienzo de la acción policial, Moellemann moría en el aeródromo de Marl, al arrojarse en paracaídas desde 4.000 metros de altura.