Los coches bomba de los terroristas suicidas destrozaron por completo edificios enteros.

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EFE-WASHINGTON/RIAD
El vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, afirmó ayer que son 91 los fallecidos en los atentados cometidos en Arabia Saudí que fuentes estadounidenses atribuyeron al grupo terrorista Al Qaeda. Hasta ese instante, la cifra oficial facilitada por las autoridades saudíes es de 29 personas muertes, entre ellas siete ciudadanos estadounidenses, aunque fuentes del Departamento de Estado en Riad sugirieron que el número de víctimas norteamericanas era de entre diez y doce.

Los atentados no han trastocado, sin embargo, la agenda de Powell, que ha mantenido Riad como tercera escala dentro de su gira por Oriente Medio en apoyo al plan estadounidense para establecer la paz entre palestinos e israelíes.

El atentado, cometido por nueve terroristas suicidas, se produjo horas antes de la llegada a la capital saudí del secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, en el marco de su gira por varios países de Oriente Medio. Powell indicó que los ataques «llevan la marca de la Al Qaeda».

Fuentes oficiales saudíes cifran en 29 los muertos -entre ellos 9 presuntos terroristas- y en 194 los heridos en las explosiones registradas en la madrugada de ayer. A su llegada a Riad, el jefe de la diplomacia norteamericana visitó las zonas residenciales donde se produjo el atentado, que dejó varios edificios totalmente destruidos. El ministro saudí de Interior, príncipe Nayef bin Abdulaziz, había confirmado antes que los ataques suicidas tuvieron como blanco complejos residenciales habitados por ciudadanos occidentales, especialmente estadounidenses.

Según un comunicado del Ministerio del Interior saudí, las víctimas mortales son, además de los norteamericanos, siete saudíes, dos niños jordanos, dos filipinos, un libanés y un suizo que residían en los tres complejos atacados. El embajador de EEUU en Riad, Robert Jordan, afirmó que más de 40 estadounidenses fueron hospitalizados tras los ataques.