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EEUU ha pedido a Irak que respete la Convención de Ginebra y trate a los prisioneros «humanamente», lo que ha puesto de actualidad la situación de los detenidos en Guantánamo a los que EEUU se niega a considerar «prisioneros» y a aplicar la Convención.

Sus advertencias han sido proféticas. El domingo la televisión iraquí mostró a cinco soldados estadounidenses capturados por sus fuerzas armadas y el Departamento de Defensa de Estados Unidos confirmó que algunos de sus 10 soldados desaparecidos estaban en manos iraquíes.

Esta contradicción «pone de relieve el riesgo muy real que conlleva romper las reglas», declaró Alistair Hodgett, portavoz de Amnistía Internacional, una organización de defensa de los derechos humanos.

El pasado fin de semana 30 nuevos prisioneros fueron trasladados de Afganistán a la base naval estadounidense de Guantánamo (Cuba), lo que elevó el número de detenidos a 660, después de que unos 20 fueran liberados.

Numerosas organizaciones internacionales advirtieron el año pasado que la falta de respeto por parte de EEUU de la Convención de Ginebra -que protege a los detenidos en el campo de batalla- pondría en peligro a sus propias tropas.

La primera reacción de las autoridades de EEUU fue reclamar la protección de la Convención de Ginebra para sus soldados.

«Si resultan ser fuerzas terrestes de EEUU o de la coalición que han sido capturadas, la Convención de Ginebra dice cómo deberían ser tratados», declaró el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.

Por su parte, el ministro de Defensa de Irak, Sultan Hashim Ahmed, afirmó el domingo que su país acatará la Convención de Ginebra, que protege a los civiles, los heridos y los soldados capturados durante un conflicto armado.

Rumsfeld afirmó que «la Convención de Ginebra dice que no se permite fotografiar y hacer pasar vergüenza o humillar a los prisioneros de guerra».