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REUTERS-DAMASCO
Cinco ciudadanos sirios murieron y otros diez resultaron heridos el domingo cuando aviones de las fuerzas militares estadounidenses y británicas bombardearon un autobús civil que los llevaba a sus casas desde su trabajo en Irak, en lo que el Gobierno sirio aseguró que fue un «acto criminal».

Los enviados de Estados Unidos y Gran Bretaña en Damasco fueron citados por el Ministerio de Relaciones Exteriores y se les entregó una protesta oficial, según el comunicado. «Este acto representa una violación a la convención de Ginebra de 1949 de protección de civiles durante una guerra (...) y por eso la República Àrabe Siria condena este acto y se reserva el derecho de exigir una compensación en línea con el derecho internacional», agregó el Gobierno.

«Aviones de Estados Unidos y Gran Bretana bombardearon un autobús civil que llevaba a trabajadores sirios desde Irak a Siria. Este acto criminal resultó con la muerte de cinco ciudadanos sirios y otros resultaron heridos», dijo el Gobierno.

Un informe anterior de la agencia oficial de noticias del país, Syrian Arab News Agency (SANA), dijo que un avión de Estados Unidos había disparado un misil contra el ómnibus que mató a cinco personas e hirió a al menos otras diez. Según la agencia de noticias, el incidente ocurrió el domingo por la mañana en el área iraquí de Al-Rutbeh, a unos 160 kilómetros de la frontera con Siria. Los cadáveres fueron llevados a un hospital de Damasco, informó el director del hospital, Abdullah al-Asali.

«Las muertes fueron causadas por una explosión (...) Vimos heridas de esquirlas», dijo. Un pasajero del autobús entrevistado por la televisión siria dijo que el vehículo era parte de una fila de tres que se dirigían hacia Siria. «Un avión nos disparó con un misil. Algunos sobrevivieron, pero a otros les pegó», dijo. Otro pasajero dijo a la televisión que no había visto el avión, «pero escuchamos su ruido. Debe de haber volado a una gran altura».

Una fuente siria añadió que los pasajeros del autobús eran jóvenes, aparentemente trabajadores que volvían a sus casas después de que comenzara la guerra.

Siria, la única nación árabe miembro del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, fue una fuerte opositora de la campaña militar liderada por Estados Unidos contra Irak. Irak, una potencia petrolera, atrajo a trabajadores de países árabes y de Asia a lo largo de los últimos años pese a las sanciones económicas que fueron aplicadas al país tras haber ocupado Kuwait en 1990.