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Bagdad fue sometida en la tarde de ayer a dos fuertes oleadas de bombardeos, que han dejado una gran columna de humo en el centro de la capital. El primer bombardeo, mucho más intenso que los vividos por la capital iraquí en las últimas 24 horas, llegó poco antes de las 19.00 hora local (16.00 GMT), y fue respondido por las baterías de defensa antiaérea iraquíes. La segunda oleada de intensos bombardeos comenzó hacia las 22.15 horas (19.15 GMT), y dejó una enorme columna de humo.

Por otra parte, cientos de soldados y civiles iraquíes buscaban por las orillas del río Tigris a los dos pilotos británicos que supuestamente saltaron en paracaídas ayer sobre Bagdad. La cadena de televisión árabe «Al Yasira», citando a testigos presenciales, informó de que los pilotos, aparentemente procedentes de un caza averiado o alcanzado por fuego enemigo, llegaron sorprendentemente a las calles de Bagdad y se apresuraron a esconderse.

Un edificio del complejo que compone el palacio palacio presidencial de la República en Bagdad fue alcanzado por una bomba lanzada por un avión que volaba a poca altura. La capital iraquí está siendo de nuevo sacudida por instensos bombardeos. Mosul y Kirkuk también están siendo objeto de ataques aéreos.

Tres fuertes explosiones, que parecían de misiles, se escucharon en las afueras de la ciudad. También se repitieron los bombardeos sobre la ciudad septentrional de Mosul, donde las sirenas de alerta antiaérea fueron una vez más incapaces de detectar a los aviones norteamericanos. Desde que cayó la noche, Mosul fue escenario de ataques intermitentes de la aviación norteamericana.

Al menos 321 personas resultaron heridas en Bagdad tras el comienzo de los bombardeos sobre la ciudad por la coalición anglo-estadounidense, según infomaron fuentes hospitalarias iraquíes. Un total de 32 personas habrían resultado heridas en las últimas 24 horas, según las mismas fuentes, que no ofrecieron ninguna cifra provisional de víctimas mortales de los ataques.

Un misil no identificado cayó en la orilla este del río Tigris, que cruza Bagdad, envolviendo en una bola de fuego la zona afectada. La caída del misil fue precedida por bombardeos violentos en la periferia de la capital. El impacto creó varias columnas de humo y las calles de la capital se quedaron desiertas repentinamente, mientras numerosas ambulancias se desplazaron a la zona.