Los inspectores de la ONU abandonan Irak.

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AGENCIAS-WASHINGTON
Las 48 horas que le ha dado el presidente de Estados Unidos, George W.Bush, al líder iraquí, Sadam Husein para que abandone el país, han empezado a correr.

Según el presidente Jacques Chirac, «Irak no representa hoy una amenaza inmediata tal que justifique una guerra inmediata».

El ultimátum a Sadam vence a las 01.00 GMT del jueves. Estas han sido las últimas horas de la diplomacia y las declaraciones desde que el presidente Bush se dirigió a la nación.

Los países que abogaron en la ONU por dar más tiempo a Irak a desarmarse condenaron como «ilegal» el ultimátum lanzado por Washington.

Francia, que junto con China, Rusia y Alemania capitaneó los esfuerzos en el Consejo de Seguridad por dar más tiempo a los inspectores de armas de la ONU, calificó el ultimátum de «unilateral» y contrario a la voluntad de la comunidad internacional.

Rusia por su parte adviritió de las graves consecuencias que tendrá el uso de la fuerza y consideró que no hay base para afirmar que «se acabó el tiempo de la diplomacia».

El canciller alemán, Gerhard Schröder, recordó que la resolución 1441 de la ONU que pide a Irak que elimine sus armas de destrucción masiva bajo amenaza de «graves consecuencias» no incluye como objetivo desbancar a Sadam «por deseable que eso sea». Schröder reconoció que tiene dudas de que se pueda lograr la paz, pero añadió que «utilizará cualquier oportunidad de lograrla por mínima que sea».

Schröder se dirigió a la nación para reafirmar que la «dimensión de la amenaza que representa Irak» no justifica una guerra, pero su Gobierno evita pronunciarse sobre la legalidad del ataque y no se negará a cumplir sus obligaciones de aliado de EE UU.

La Unión Europea, por boca del presidente del Consejo y ministro de Exteriores griego, Yorgos Papandreu, también dijo que «tenemos la obligación, hasta el último momento, de agotar todas las vías diplomáticas y pacíficas para resolver la crisis iraquí».

El Vaticano por su parte advirtió de que «quien decide que se han agotado los medios pacíficos que el derecho internacional pone a su disposición asume una grave responsabilidad ante Dios, su conciencia y ante la historia».