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Estados Unidos suspendió ayer sus vuelos de vigilancia en Irak tras denunciar que uno de sus aparatos U-2 fue amenazado en el aire, informaron fuentes oficiales en Washington. El Gobierno estadounidense ha solicitado aclaraciones a los inspectores de armamento de la ONU, explicó un funcionario del Pentágono, que especificó que esos vuelos están autorizados en la resolución 1441 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Hasta el momento se han efectuado otras seis misiones de este tipo en colaboración con los inspectores. En esta ocasión, los inspectores de armamento de la ONU habían advertido previamente a las autoridades iraquíes de que se iban a efectuar los vuelos, agregó el funcionario.

Según las fuentes, la decisión iraquí representa una nueva prueba de la falta de voluntad de las autoridades de ese país de colaborar con los inspectores de armamento.

En el incidente registrado ayer, según las fuentes, los aviones U-2 ya se encontraban en el aire cuando recibieron las amenazas, por lo que se decidió que regresaran a su base.

Por otra parte, los inspectores de armas de la ONU redujeron esta semana su número y actividad y han preparado un plan de evacuación inmediata en caso de que se desate la guerra, dijo ayer su portavoz, Hiro Ueki.

Ueki atribuyó esta situación al proceso de relevos entre los equipos especialistas, pero reconoció que ayer sólo permanecían en Irak 71 técnicos, un número muy bajo.