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FRANCES PRESS-RAMALA
El Consejo Legislativo Palestino, reunido en la ciudad cisjordana de Ramala, decidió ayer por una amplia mayoría que rozó la unanimidad acceder a una de las peticiones de la comunidad internacional, la creación del nuevo cargo de primer ministro. El Parlamento debate ahora las competencias con que contará el jefe de Gobierno, entre las que se encuentra ya la de orden público y seguridad interior, toda una «revolución» para una administración dominada hasta ahora por el todopoderoso Yaser Arafat.La creación de la Jefatura de Gobierno fue aprobada por 64 votos a favor, tres en contra y cuatro abstenciones. De los resultados del debate sobre sus competencias depende ahora el nombramiento como primer ministro del 'número dos' de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Mahmud Abbas, quien ya ha advertido a Arafat de que no tiene la intención de ocupar un cargo vacío de contenido.

No en vano, el objetivo del proceso de reformas impuesto a Arafat desde el exterior -sobre todo por la Unión Europea- está destinado a limitar su poder, hasta ahora omnímodo. Hasta el mes pasado el presidente no había aceptado el nombramiento de un primer ministro, que en teoría debería hacerse cargo de gestionar los asuntos 'corrientes' de la Administración. Por el momento, el Legislativo ya ha adoptado una resolución para transferir al futuro primer ministro las competencias en materia de «orden público y seguridad interior», mientras que Arafat conservaría «el alto mando de las fuerzas palestinas» y la política exterior.

Esta medida cumple en parte con las exigencias de Abú Mazen, de 68 años de edad, un moderado que ha denunciado la «militarización» de la segunda Intifada y llamado a las milicias palestinas a declarar una tregua de un año. Artífice de los Acuerdos de Oslo de 1993, sigue siendo un interlocutor válido para Israel, razón por la cual parte de los palestinos le son hostiles. «Ahora, Arafat será responsable de la aviación», bromeó uno de los diputados -que pidió ser mantenido en el anonimato-, en una irónica referencia al hecho de que la Autoridad Palestina evidentemente no tiene fuerza aérea. Otro diputado, Ziad Abú Amr, miembro del movimiento Al Fatá del presidente, aseguró por su parte que la Administración palestina se enfrenta a una «verdadera revolución».

El Parlamento ha adoptado otra resolución en la que establece que el primer ministro dispondrá de tres semanas para formar su Gobierno, y de un plazo suplementario de dos semanas si fuera necesario, al término del cual el presidente tendrá la facultad de reemplazarle. Además, el presidente tendrá el poder de destituir al jefe de Gobierno o de aceptar su dimisión. El propio Consejo Legislativo se encargará de nombrar al viceprimer ministro. Según la reforma, Arafat también podrá devolver a la Cámara una ley que haya sido aprobada si se opone a ella, pero el texto en cuestión entrará en vigor si es confirmado en segunda votación.