El presidente Fox levanta un cartel de «No a la guerra».

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El Gobierno de EE UU intensifica este fin de semana sus gestiones diplomáticas en lo que considera un último esfuerzo para que el Consejo de Seguridad de la ONU apruebe una resolución sobre el uso de la fuerza contra Irak. «Habrá muchos contactos diplomáticos en los próximos días», dijo una fuente de la Casa Blanca después de que EE UU y sus aliados fijaran el 17 de marzo como plazo final para que el régimen de Sadam demuestre de manera «fiable y completa» que se está desarmando.

En opinión de Straw, el conflicto aún puede evitarse si Sadam se decide a cooperar «realmente» con las inspecciones de desarme. «Yo no quiero una guerra, y he pasado mucho tiempo, semanas y semanas, trabajando en ello, tratando de evitar un conflicto», indicó, añadiendo que, sin embargo, Bagdad sólo se ha avenido a colaborar bajo la amenaza de la guerra.

En realidad los contactos se intensificaron desde el viernes con llamadas telefónicas a gobernantes de todo el mundo hechas por George W. Bush, el secretario de Estado, Colin Powell, y la Consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, señalaron fuentes oficiales.

Bush se comunicó en las últimas horas con el presidente de Chile, Ricardo Lagos, después de mantener varios contactos con el de México, Vicente Fox. Ambos países no han decidido aún cómo votarán en el Consejo de Seguridad.

La fecha del 17 de marzo fue incluida en la enmienda introducida a la nueva resolución presentada el pasado 24 de febrero por EE UU, el Reino Unido y España, que Washington espera que sea votada en el Consejo a partir del martes o ese mismo día.

«Veremos si se logra que la resolución se apruebe. Esperamos que los miembros del Consejo de Seguridad cumplan sus obligaciones y se hará un gran esfuerzo en ese sentido», dijo un alto funcionario de la Casa Blanca.

El secretario del Foreign Office británico, Jack Straw, estimó ayer que el proyecto para la segunda resolución sobre Irak, presentada por Estados Unidos, Reino Unido y España, podrá ser «finalmente aprobada».

Straw se mostró optimista respecto al proyecto. «Creo que a través del proceso de negociación podemos llegar al punto en el que podamos tener una segunda resolución».

Optimista se mostró también la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, valoró ayer en rueda de prensa la reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del viernes. A su juicio, hay una «perspectiva razonable» para pensar que se puede lograr un consenso en el seno de la ONU para aprobar una segunda resolución, a pesar de las posturas enfrentadas entre sus miembros. Además, considera que diez días, el plazo que dan Estados Unidos, Reino Unido y España, es suficiente para que el régimen iraquí demuestre su voluntad de desarmarse.

Palacio aseguró que se están acercando posiciones en el seno del Consejo de Seguridad y que hay una perspectiva razonable» de que Naciones Unidas autorice una segunda resolución, a pesar de que Francia ha mostrado su oposición a aprobar ningún nuevo texto. La ministra española aseguró que, tras escuchar las intervenciones del viernes en el Consejo de Seguridad, se ve un «corrimiento» desde el objetivo inicial del desarme hacia el de la «contención».