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FRANCE PRESS-JERUSALÉN
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, ha enconado su rechazo a las labores de mediación del Cuarteto sobre Oriente Próximo con unas declaraciones a una publicación norteamericana en las que negaba a este grupo de trabajo internacional cualquier protagonismo en el conflicto regional.

En una entrevista publicada ayer por el semanario estadounidense 'Newsweek', a menos de dos semanas de las elecciones legislativas israelíes en las que el partido de Sharon (Likud) arranca como favorito, el primer ministro negó cualquier protagonismo al Cuarteto, el grupo de trabajo formado por Estados Unidos, Rusia, ONU y UE que lleva meses elaborando una 'hoja de ruta' con la que se pretende poner fin al conflicto entre israelíes y palestinos.

«¡Oh, el Cuarteto, eso no es nada!», declaró Sharon. «¡No se lo tomen en serio!, existe otro plan que va a funcionar», afirmó en referencia a la necesidad de apartar de todo poder o influencia al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yaser Arafat. Ayer, fuentes del Gobierno hebreo rechazaron que su primer ministro hiciera estas declaraciones.

En la entrevista, Sharon, y eso no fue desmentido por Israel, se mostró dispuesto a reconocer un Estado palestino totalmente desmilitarizado y sin fronteras definitivas en una primera fase, en caso de que se detengan los actos terroristas. «Estoy dispuesto, si se toman las medidas contra el terrorismo, a reconocer un Estado palestino completamente desmilitarizado y sin fronteras definitivas, que dispusiese únicamente de fuerzas policiales equipadas con armas ligeras», explicó Ariel Sharon.

«Israel controlará las fronteras exteriores y tendrá el derecho de sobrevolar el territorio. En una tercera fase, si el terrorismo no fuera erradicado, sería cuando decidiríamos las fronteras definitivas», precisó. Asimismo, Sharon defendió la posibilidad de que se cree el cargo de primer ministro palestino y afirmó que los portavoces palestinos e israelíes ya habrían llegado a acuerdos si Arafat hubiera sido apartado de la Presidencia y si Israel «hubiera tenido con quién hablar».