La manifestación de la oposición contra el presidente Hugo Chávez se convirtió en una batalla campal.

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EFE/FRANCE PRESS-CARACAS
En la capital venezolana se vivió ayer una tensa calma tras los disturbios del viernes (madrugada de ayer en Balears), en los que al menos dos personas murieron por heridas de bala y varias decenas resultaron contusionadas. Otras dos personas heridas por disparos permanecen hospitalizadas en situación «estable», según el secretario de Salud de la Alcaldía Metropolitana, Pedro Aristimuño. La violencia se desató cuando grupos simpatizantes del Gobierno de Hugo Chávez lanzaron piedras, botellas y petardos contra manifestantes de la oposición que intentaban llegar hasta el Paseo Los Próceres, situado en las inmediaciones del Fuerte Tiuna, la mayor guarnición de Caracas. La televisión local mostró cuando los manifestantes de ambos bandos se lanzaban al suelo para evitar ser alcanzados por las balas que, al parecer, provenían de las azoteas de los edificios adyacentes.

Efectivos de la Guardia Nacional (GN, policía militarizada) y de la Policía Militar utilizaron gases lacrimógenos y disparos de perdigones para disolver a los manifestantes de ambos bandos. El líder sindical, Carlos Ortega, culpó al Gobierno de Chávez de la violencia y condenó «una vez más esta actitud criminal contra las manifestaciones pacíficas». Ortega culpa a Chávez de «promover la violencia» para intentar detener el referéndum consultivo sobre su permanencia en el poder. Chávez declaró que, en caso de que se atentara contra «el pueblo, la soberanía y la Constitución, estaría obligado» a decretar el estado de excepción, aunque aclaró que «de momento» no se dan las condiciones para ello. El recrudecimiento de la violencia en las calles ha venido acompañado de nuevos desacuerdos entre representantes del Gobierno y la oposición respecto a la celebración el próximo 2 de febrero de un referendo consultivo no vinculante sobre la permanencia de Chávez en el poder.

Los partidarios de Chávez marcharon ayer pacíficamente en Caracas en protesta por la muerte de dos de sus militantes en la batalla campal del viernes. Miles de «chavistas» se movilizaron por el oeste caraqueño a pie, en automóvil y en motos, con banderas venezolanas y también con la roja que identifica al Movimiento V República (MVR) de Chávez. Los manifestantes gritaron consignas a favor de la «revolución bolivariana» y protestaron por «la muerte de dos compatriotas», durante un enfrentamiento entre «chavistas» y manifestantes de la oposición en las postrimerías de una marcha contraria al presidente. Según Guillermo García Ponce, dirigente del MVR, las dos muertes se debieron a disparos efectuados por agentes de la Policía Metropolitana. «Esta marcha tiene varios objetivos, entre ellos protestar la acción de la Policía Metropolitana que ocasionó dos muertos», declaró García a la estatal Venezolana de Televisión (VTV).