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AFP-LONDRES/BAGDAD
El Gobierno británico anunciará la próxima semana el despliegue de más de 20.000 efectivos en el golfo Pérsico y la movilización de 7.000 reservistas como preparativos para una posible guerra contra Irak, señaló ayer The Daily Telegraph. Entre los preparativos figura además el despliegue de una fuerza de la Marina británica, a cuyo frente estará el portaaviones «Ark Royal». Altos mandos militares informarán de estos planes al primer ministro británico, Tony Blair, en cuanto vuelva en los próximos días de sus vacaciones en Egipto. Después, el jefe de Gobierno anunciará el despliegue ante el Parlamento, añade el matutino.

Según The Daily Telegraph, a mediados del presente mes de enero el Reino Unido y EEUU aumentarán la presión sobre el líder iraquí, Sadam Husein, para que entregue sus armas de destrucción masiva. Con la aparente negativa del presidente iraquí a ceder a estas presiones de Washington y Londres, se acepta a ambos lados del Atlántico que una guerra empieza a verse como inevitable, comenta el periódico británico. Mientras, la probabilidad de una guerra contra Irak dirigida por Estados Unidos contra esta zona se ha reducido al 40%, frente al 60% registrado en época de Navidad, según informaron ayer los diarios The Times y The Sun, que citan a un ministro británico que pidió el anonimato. «Antes de Navidad, los riesgos eran de entre el 60 y el 40 por ciento a favor de una guerra contra Sadam (Husein)», escribe The Sun, que cita a un ministro británico no identificado.

Según el ministro, la sombría perspectiva pintada por el primer ministro Tony Blair sobre la guerra, expresada en su mensaje de Año Nuevo a la Nación, ha mejorado tras sus entrevistas con importantes dirigentes de países musulmanes. The Times, que cita también las observaciones del ministro, afirma que el Gobierno británico quiere acabar con la impresión creciente de que una guerra estadounidense contra Irak es inevitable.