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DANIEL FERRARO-CARACAS
La economía venezolana comienza a resentirse tras 25 días de paro. Según estiman los analistas, el país sudamericano ha perdido en las últimas tres semanas cerca de 6.000 millones de dólares en producción de bienes y servicios y 1.400 millones de dólares en producción petrolera. Frente a la grave escasez de combustible, el Gobierno decidió ayer importar gasolina desde Brasil, mientras la oposición continúa con la preparación de una serie de manifestaciones para exigir la renuncia del presidente Hugo Chávez.

A pesar de que la semana pasada el Gobierno había asegurado de que durante el fin de semana estaría restablecido el suministro de combustible aún ayer los venezolanos continuaban haciendo interminables filas frente a las gasolineras por lo que Chávez decidió ayer importar gasolina de Brasil a fin de normalizar la situación.

En este sentido, el presidente de Unapetrol, Horacio Medina, anunció que el próximo sábado llegará a puerto venezolano un barco brasileño cargado con 300.000 barriles de gasolina de 91 octanos sin plomo, para suplir las deficiencias del mercado venezolano. Sin embargo, según Medina, ésta será una medida provisional, ya que el consumo del país es de 250.000 barriles diarios, por lo que, esta partida sólo alcanzará para abastecer el país dos días.

Por su parte, el presidente de Fedecámaras (gremio empresarial), Carlos Fernández, calificó la oferta del presidente electo de Brasil Luis Ignacio 'Lula' de Silva como una «actitud inamistosa con la sociedad democrática», al tiempo que la tildó de «condenable». «Esto supone una intromisión en los asuntos internos de Venezuela», aseguró.