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EFE-BAGDAD La Comisión de Exteriores del Parlamento iraquí recomendó ayer rechazar la última resolución de la ONU sobre el desarme de Irak, al considerar que «es innecesaria» ya que este país «ha cumplido» con las anteriores exigencias de Naciones Unidas. La recomendación, presentada por el jefe de esa comisión, Salim Kubaisi, fue avalada por el presidente de la Cámara, Saadun Hamadi, al inicio de una reunión extraordinaria del Parlamento, convocada por el presidente del país, Sadam Husein.

Hamadi abrió la sesión con un discurso durante el que afirmó que el nuevo documento de la ONU, emitido con el número 1441, «está plagado de mentiras y puntos oscuros». «La resolución 1441 es provocativa, indecente y un preámbulo para la guerra. No es más que un pretexto bélico y no una solución global. Busca provocar una crisis antes que cooperar para alcanzar el camino de la paz», explicó Hamadi.

Añadió que el documento, que endurece el régimen de inspecciones de la ONU para el desarme de Irak y las posibles represalias en caso de una negativa, «viola la ley internacional y la soberanía de este país. Sólo muestra las aviesas intenciones de la Administración estadounidense». Saadun Hamadi argumentó que «Irak ya ha cumplido con todas las resoluciones de la ONU, especialmente las relacionadas con el arsenal de armas de destrucción masiva», y ahora «está libre de ellas».

El presidente del Parlamento iraquí anunció, además, que los 250 miembros de la Cámara no expresarán su opinión final hasta después de la celebración, mañana, de una segunda sesión, tras la cual, la discusión pasará al Consejo del Mando de la Revolución, máxima instancia de poder del país y que está presidida por Sadam Husein. Ese órgano será así el que tome una decisión definitiva sobre la postura de Irak a las exigencias de la ONU, que ha dado a Bagdad de plazo hasta el viernes para que responda.