El primer ministro irlandés, Bertie Ahern, votó después de almorzar.

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EFE-DUBLIN Dieciséis meses después de haberlo rechazado, los irlandeses acudieron por segunda vez a las urnas ayer para decidir si aceptan o no el Tratado de Niza, en el marco de un referéndum de resultado incierto, que podría causar una revisión de la ampliación de la Unión Europea y de la entrada de diez nuevos países a partir de 2004. Los partidarios del «sí» a la ratificación del Tratado de Niza confiaban ayer en su victoria gracias a la alta participación en el referéndum irlandés, que a media tarde -con cuatro horas por delante- rondaba el treinta por ciento.

Este índice promete superar aquel pobre 34'7 por ciento de participación que se registró el 7 de junio de 2001, cuando en la primera consulta el pueblo irlandés rechazó el Tratado por un 54 por ciento frente a un 46 por ciento. Según el Ministerio irlandés de Medioambiente, organizador de la consulta, Dublín y las principales ciudades del suroeste, Cork y Limerick, registraban a media tarde una afluencia de votantes por encima del treinta por ciento. Los colegios electorales abrieron a las 08.00 GMT y cerraron doce horas más tarde, esto es, a las 20.00 GMT.

Después de almorzar votó el primer ministro irlandés, Bertie Ahern, quien declaró que «votar por Niza es la opción correcta». Por primera vez en la historia del país y con objeto de facilitar aún más las cosas a la ciudadanía, el Gobierno decidió celebrar este referéndum en sábado. Los partidarios del Tratado -el Fianna Fail, el Fine Gael y el Partido Laboristaafirmaron que el Tratado de Niza será ratificado si se registra una participación superior al 45 o, incluso, al 40 por ciento. Por contra, sus detractores -el Sinn Fein, los Verdes y varios diputados independientes- reconocieron que la alta abstención aumenta las posibilidades de un nuevo rechazo a este documento, que es trascendental para el futuro de la construcción europea.

El Tratado de Niza crea la estructura de una nueva política exterior y de defensa de la UE y reforma sus instituciones ante la ampliación hacia el centro y el este de Europa. Si se ratifica, diez nuevos países se sumarán a los Quince actuales miembros de la Unión Europea en el año 2004. Casi tres millones de irlandeses fuero convocados a la consulta en las 42 circunscripciones de Irlanda, en siete de las cuales se podía ejercer el derecho al sufragio por medio de urnas que registran el voto de manera electrónica.