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Ocho palestinos murieron y más de 40 resultaron heridos, la mayoría de ellos niños, en un nuevo bombardeo israelí en la franja de Gaza contra una zona habitada por civiles, en la zona de Rafah, en la frontera con Egipto. Las víctimas del bombardeo son cinco niños de 4 a 13 años, dos mujeres de 70 y 55, y un hombre de cuya edad no se informó, según fuentes sanitarias palestinas. El bombardeo causó también heridas a otras 40 personas, diez de las cuales se encuentran en estado grave y se teme que el número de muertos se eleve en las próximas horas.

El ataque israelí tuvo lugar en el campo de refugiados de Rafah, cerca de la frontera entre la franja de Gaza y Egipto, donde cinco carros de combate abrieron fuego contra un escuela de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (UNRWA) y varias casas contiguas. El Ejército israelí dijo que el ataque fue en respuesta a otro que llevaron a cabo milicianos palestinos provistos de armas automáticas y cohetes antitanque RPG, contra una patrulla de ingenieros que levantaba una torre de vigilancia cerca del puesto militar de «Termit», también en el sur de la franja de Gaza.

«Los terroristas actúan en el sur de la franja desde zonas habitadas por civiles», dijo para justificar el bombardeo el coronel Olivier Rafowiz, portavoz del Ejército israelí. Según un oficial israelí en el lugar de los hechos, uno de los muertos es uno de los milicianos que abrieron fuego contra la patrulla. Sin embargo, testigos palestinos relataron que los soldados abrieron fuego contra un grupo de jóvenes que se opuso a la instalación de la torre mediante el lanzamiento de piedras y botellas.