Las tropas israelíes cercaron ayer con alambre de espino los dos
edificios que quedan en pie dentro del cuartel general del
presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yaser Arafat,
en Ramala. Tanques y vehículos blindados israelíes penetraron en la
sede de la ANP en Ramala horas después del atentado cometido en un
autobús de línea en Tel Aviv por un terrorista suicida palestino en
el que murieron seis personas y más de sesenta resultaron heridas.
El Ejército ha demolido la mayoría de los edificios que componen la
sede de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de Ramala y ha dejado
en pie sólo a dos, informaron fuentes palestinas.
El nuevo edificio de la administración palestina y el antiguo
inmueble también administrativo, en el que el presidente Yaser
Arafat tiene sus oficinas, no han sido destruidos. Las operaciones
del Ejército israelí, que penetró el jueves en la Múkata, se han
saldado por ahora con la voladura de tres importantes inmuebles del
complejo y las excavadoras han destruido once caravanas. Un miembro
de la guardia de elite Fuerza-17, Mohamed Hamooda, de 27 años,
resultó muerto ayer de un disparo de un francotirador cuando bajaba
del segundo piso a la planta baja del edificio en el se encuentran
las oficinas de Arafat, dijeron fuentes palestinas.
Hamooda, que murió al alcanzarle un bala en la cabeza a través
de una ventana, provenía del campo de refugiados de Yebalia en Gaza
y permanecía en las oficinas junto a Arafat desde el pasado mes de
diciembre, cuando Israel decidió confinar al presidente palestino.
Además de Israel, Estados Unidos exige la entrega de 19 hombres
«buscados» que supuestamente permanecen en el interior de la
«Múkata», entre ellos, el jefe de los servicios secretos en
Cisjordania, Tafik Tiraui, que acaba de anunciar que no se
encuentra en el interior del complejo.
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