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WASHINGTON-EFE George Bush, presidente de los Estados Unidos, aseguró ayer en Washington, durante la ceremonia en el Pentágono en recuerdo del 11 de septiembre, que las víctimas de los atentados «no murieron en vano» y que la guerra contra el terrorismo va a continuar.

«Aunque murieron en una tragedia, no murieron en vano», afirmó el presidente en presencia de las más de 13.000 personas que asistieron al acto en el Pentágono reconstruido. «Su pérdida ha empujado a la acción a toda una nación "añadió". Lo que le ocurrió a nuestra nación en un día de septiembre desencadenó la primera gran batalla del nuevo siglo».

«Renovamos nuestro compromiso de ganar la guerra que empezó aquí, los terroristas que esperaban desmoralizar a nuestro país escogiendo este objetivo han fracasado», dijo Bush en el estrado levantado frente a la fachada del Pentágono, sede de la secretaría de Defensa, que fue blanco de un avión de pasajeros desviado por aeropiratas. «Todavía queda mucho por hacer», agregó ante miembros de su gabinete, del Congreso, funcionarios del Pentágono y familiares de las También el secretario estadounidense de Defensa Donald Rumsfeld rindió homenaje a la memoria de las 184 personas muertas.

«Estamos aquí para honrar a aquellos que murieron en este sitio y para volver a consagrarnos a la causa por la cual ellos dieron su vida, la causa de la libertad humana», declaró Rumsfeld ante el presidente George W. Bush, su esposa Laura y el resto de los presentes ubicados en una inmensa tribuna, instalada justo frente a la fachada dañada por el atentado suicida.

El jefe del Pentágono agregó: «Estamos reunidos en un campo de batalla. No lo parece debido a la devoción de hombres y mujeres que trabajaron día y noche para cumplir una promesa solemne: que ni una piedra de este edificio esté fuera de lugar para este aniversario».