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La tranquilidad reinó a lo largo de la jornada de ayer en el parque de los Bombers de Palma. En cuanto a lo que se refiere al número de salidas por incidentes, «ninguna más que un día normal y corriente», si bien los efectivos estuvieron en alerta por si sucedía cualquier imprevisto, más aún teniendo en cuenta que era el primer aniversario de los graves atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York.

Algunos de los alrededor de 40 bomberos que ayer estaban de guardia siguieron los actos del 11 de septiembre en Estados Unidos por la televisión, o bien leyeron los especiales que la mayoría de periódicos publican estos días. En el parque del Cos de Bombers, en el polígono de Son Castelló, no se celebró ningún acto especial pero casi todos los bomberos compartían un pensamiento común: «que no haya guerra y se intenten buscar soluciones pacíficas para evitar tragedias».

«Los atentados en las Torres Gemelas fueron graves, pero ya ha pasado un año y tenemos que aprender y reflexionar. Ahora parece que Estados Unidos volverá a atacar Irak y esta guerra sí que se puede evitar, porque estamos hablando otra vez de muertos y de desastres, y después se volverá a hablar de tragedias que podrían haberse evitado», comentaba el cabo Mateu Bauzá.

Su compañero Pedro Caro recordaba que hace un año, «evidentemente» la situación era distinta. «Cuando se conoció el número de muertos y se supo que había más de 300 bomberos entre las víctimas nos dimos cuenta de que la tragedia era importante y, aunque estuviesen en Estados Unidos, la muerte de un bombero siempre te afecta un poco más, porque al fin y al cabo es un compañero».