Peres y Sharon alientan a Bush para que proceda al ataque contra Irak.

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El primer ministro israelí, Ariel Sharon, y su titular de Asuntos Exteriores, Simón Peres, han enviado mensajes al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, para que ataque lo antes posible a Irak. El diario independiente israelí «Haaretz» informó ayer de que Sharón ha enviado recientemente «mensajes» al Gobierno de Washington para que no aplace el ataque, pues «ello no generará un mejor ambiente para hacerlo en el futuro».

El jefe del Gobierno -quien ya adelantó que Israel responderá si es atacado por ese país árabe- indicó a Bush que Israel apoyará las operaciones militares de EEUU y aceptará todas las decisiones que adopte Washington sobre el momento. Peres dijo que «el problema no es hoy si atacar, sino cuándo» hacerlo. Atacar a Irak ahora «puede ser bastante peligroso -comentó el jefe de la diplomacia israelí y veterano líder socialdemócrata- pero aplazar la decisión podría ser mucho más peligroso». Con todo, tanto Sharon como Peres han aclarado que no quieren ser vistos como personajes que urgen a EEUU a adoptar decisiones, que sólo deben tomar según su criterio. En todo caso, comentó Peres, Israel «será un buen soldado».

Según un sondeo dado a conocer ayer, el 57 por ciento de los israelíes está a favor de una guerra contra Irak y el 58 por ciento opina que Irak atacará a Israel en caso de que estalle el conflicto. En 1991 el presidente iraquí, Sadam Husein, ordenó lanzar 42 cohetes balísticos del tipo «Scud» y «Huseini» contra Israel poco después de estallar la guerra del Golfo Pérsico, pero este país se abstuvo de reaccionar por presión de EEUU, entonces bajo la presidencia del padre de Bush. Sharon ha asegurado a sus colaboradores más estrechos que si Husein volviese a atacar a su país, Bush le autorizaría esta vez a ejercer el derecho de autodefensa.

La prensa local informó recientemente del entrenamiento de pilotos de la Fuerza Aérea para un posible ataque y también de la instalación en el centro del país, cerca de la ciudad de Hedera, de una base de radares y cohetes balísticos «Jetz», montados en Israel, para interceptar misiles de Irak. Sharon precisó esta semana al Comité Parlamentario para Asuntos de Seguridad y del Exterior, que las Fuerzas Armadas recibirán orden de reaccionar si esos supuestos misiles cayesen en ciudades de Israel, pero no cuando se diesen casos como el de «un cohete aislado que cae en el desierto». En rigor, no existen informaciones fidedignas acerca de si Irak posee aún aquellos cohetes de 1991 -inspirados en los utilizados por la desaparecida Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundialo nuevos cohetes.

Al respecto, varios prominentes líderes republicanos, entre ellos el ex secretario de Estado Henry Kissinger y el ex asesor de Seguridad Nacional Brent Scowcroft, se distancian de los planes del presidente George W. Bush para derrocar al mandatario iraquí, Saddam Hussein, y se interrogan sobre la necesidad de atacar Bagdad. Se preguntaron sobre la urgencia de un ataque, y esperan obtener aclaraciones previas a cualquier decisión. Brent Scrowcroft pidió el jueves que «no ataque a Irak» porque ello «pondría seriamente en peligro o aniquilaría la campaña mundial antiterrorista que hemos emprendido».