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El departamento de Justicia de EE UU empezará el 11 de septiembre a fotografiar y tomar huellas dactilares a decenas de miles de visitantes extranjeros, una medida duramente criticada por grupos defensores de los derechos civiles.

Washington indicó que este sistema de seguridad, que se pondrá en práctica por mandato del Congreso, apunta a controlar principalmente a los ciudadanos de Irak, Libia, Siria, Irán y Sudán, entre otros países.

Estas naciones son consideradas por la Casa Blanca presuntos apoyos del terrorismo internacional y dos de ellas, Irán e Irak, han sido incluidas por el presidente George W. Bush en el llamado «eje del mal», junto con Corea del Norte.

Al anunciar estas nuevas medidas, el secretario de Justicia, John Ashcroft, aseguró que este plan «ampliará sustancialmente» el escrutinio de los visitantes foráneos.