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El Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal dejó ayer sin cambios su política monetaria, que mantiene los tipos de interés en Estados Unidos en su nivel más bajo desde 1961. En su evaluación de la coyuntura económica de Estados Unidos, la Reserva Federal (FED) señaló que «los riegos apuntan, sobre todo, a condiciones que pueden generar debilidad económica». «La disminución en el ritmo de crecimiento de la demanda durante los meses recientes se ha prolongado por la debilidad de los mercados financieros», según la FED. Estos factores, agregó, «han realzado la incertidumbre en relación con las contabilidades y la buena administración de las empresas».

La actual política monetaria estadounidense «combinada con un crecimiento subyacente, aún robusto, en la productividad deberían ser suficientes para fomentar una mejora del clima económico», subrayó. La Reserva Federal ratificó su política monetaria que mantiene un tipo de interés del 1'75% en los préstamos que los bancos se hacen a corto plazo. Asimismo, el banco central mantuvo en el 1'25 por ciento la tasa de descuento que cobra sobre el dinero que presta de forma temporal a bancos miembros.

A principios de 2001 los tipos de interés se hallaban en su nivel más alto en siete años, pero durante el año pasado la Reserva Federal aflojó su política monetaria con once reducciones hasta el nivel más bajo en cuatro décadas. Las sucesivas rebajas de los intereses mantuvieron en buen ritmo el gasto de los consumidores, que equivale a dos tercios del Producto Interior Bruto de EEUU, a pesar de una leve contracción económica durante tres trimestres del año pasado y de los ataques terroristas de septiembre.

La economía de EEUU, que creció a una porcentaje anual del 5 por ciento entre enero y marzo, registró entre abril y junio un crecimiento de apenas el 1'1 por ciento. Las bolsas de Nueva York reaccionaron con fuertes pérdidas a la decisión de la Reserva Federal de mantener sin variación las tasas de interés a pesar del deterioro de la economía estadounidense. Al respecto, el presidente de EE UU, George W. Bush, pidió a los estadounidenses confianza en la economía. «La tendencia va por buen camino y es importante que los estadounidenses lo entiendan, pero queda mucho por hacer», manifestó Bush. El presidente dijo sentirse «optimista» sobre el futuro, porque sabe que «la fuerza del país reside en el pueblo».