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AGENCIAS-WASHINGTON El Senado aprobó ayer, de forma abrumadora, un presupuesto de 355.400 millones de dólares para la defensa de EE UU, que supondrá la mayor expansión militar de este país en dos décadas. Sin debate, el plan de gastos del Pentágono para el año fiscal 2003, que se inicia el 1 de octubre, fue aprobado por 95 votos a favor y tres en contra, con un aumento de 35.000 millones de dólares sobre el presupuesto anterior.

La Cámara había dado luz verde a un proyecto similar en junio, y ahora las dos versiones deberán ser armonizadas en un solo paquete por representantes de ambas cámaras del Congreso, antes de ser promulgado por el presidente George Bush. El presidente Bush aplaudió la decisión del Senado y señaló que «al estar el país en guerra (contra el terrorismo), es imperativo que resolvamos la importante prioridad de asegurar que nuestras tropas tengan los recursos que necesitan».

El presupuesto para la defensa otorga recursos para la fabricación de aviones y armas, y para costear el emplazamiento de fuerzas en Afganistán y otros lugares, en el marco de la guerra global contra el terrorismo, declarada por la Casa Blanca tras los atentados del 11 de septiembre.

Precisamente, la Casa Blanca cree que Mohamed Atta, uno de los autores de los atentados del pasado 11 de septiembre, se reunió cinco meses antes de esa fecha con un agente iraquí en Praga, lo que podría implicar al régimen de Sadam Husein en los ataques terroristas. La información, publicada ayer por el diario californiano «Los Angeles Times», indica que de momento tanto la Agencia Central de Inteligencia (CIA) como el FBI tienen dudas sobre la posible vinculación de Irak.

Si se confirmara que Irak jugó un papel en los ataques del 11-S, EE UU tendría la justificación necesaria para iniciar dentro y fuera de ese país una campaña dirigida a derrocar al líder iraquí. El temor a volar el 11 de septiembre se ha apoderado de muchos viajeros europeos, forzando a las aerolíneas a modificar sus horarios ante la caída de la demanda de viajes para ese día. Aerolíneas como British Airways, Virgin Atlantic y Air France dijeron que sufrían un descenso en las reservas para el 11 de septiembre, ya que los pasajeros preferían no tentar a la suerte.