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EUROPA PRESS-CARACAS La tensión social en las calles de Caracas sigue en aumento después de que en la madrugada del viernes comenzaran a registrarse focos de violencia en distintas zonas de la capital. Los mayores problemas se encuentra en las cercanías de la zona conocida como ´23 de Enero´, situada al oeste de la ciudad. Las autoridades venezolanas han hecho un llamamiento a la población para que mantengan la calma y apuntan como causantes de los sucesos a «grupos subversivos no identificados».

Los disturbios en las calles de Caracas se han extendido a las cercanías del Palacio de Miraflores, sede del Ejecutivo, el puente Llaguno, lugar donde se produjeron los disparos durante la intentona golpista del pasado mes de abril, y cerca de la sede de la Asamblea Nacional (AN).

El presidente de la Asamblea Nacional, William Lara, ha hecho un llamamiento a todo el país para que se mantenga la calma ante los hechos violentos que están sucediendo en la capital. «Los que asuman conductas violentas estarán cayendo en hechos antidemocráticos que deben ser rechazados por todos los venezolanos», afirmó. Por su parte, el vicepresidente, José Vicente Rangel, se acercó a la avenida Urdaneta para hacer un nuevo llamamiento a la calma y permitir que se restablezca el tránsito.