Miles de personas colapsaron ayer la plaza de la Revolución de La Habana.

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En París, donde por la mañana el candidato ultraderechista al Elíseo, Jean-Marie Le Pen, reunió y arengó a sus fieles "120.000, según los organizadores, 10.000 según la policía", la marcha en su contra comenzó por la tarde y congregó a entre 400.000 y 500.000 personas. La llamada «manifestación nacional», convocada por decenas de asociaciones, partidos de izquierda y sindicatos, atrajo a tanta gente que al desfile le fue difícil arrancar desde la Plaza de la República. Según las autoridades francesas, otras 900.000 personas se manifestaron en decenas de ciudades de provincias en la primera parte de la jornada.

En Alemania, más de 15.000 personas se manifestaron en varias ciudades para protestar contra las manifestaciones convocadas por los neonazis. Sin embargo, la determinación de los metalúrgicos de ir a la huelga planeó sobre el canciller alemán, Gerhard Schroeder. Además, una mujer resultó herida grave y 62 policías resultaron heridos durante los violentos enfrentamientos que se registraron durante la madrugada entre «autónomos» y juerguistas y la policía en Berlín.

En Italia, un multitudinario concierto, que congregó a más de 300.000 personas en Roma, cerró un reivindicativo Día del Trabajo, marcado por el enfrentamiento que mantienen los sindicatos con el Gobierno por la reforma del mercado laboral. Por la mañana, unas 100.000 personas habían ondeado sus banderas rojas en la norteña ciudad de Bolonia, donde hace mes y medio murió asesinado por las Brigadas Rojas el economista Marco Biagi, asesor del Ministro de Trabajo y uno de los promotores de la reforma. También hubo manifestaciones en otras ciudades como Milán (30.000 personas), Turín (60.000), Nápoles (25.000) o la capital, Roma, donde además desfilaron diversas comunidades de emigrantes en solidaridad con el pueblo palestino.

En el Reino Unido, la conmemoración se convirtió en una protesta contra los efectos negativos de la globalización. Más de 100.000 participantes en sendas marchas del Primero de Mayo en Moscú "una convocada por sindicatos oficialistas y otra por la oposición comunista" rescataron del túnel del tiempo consignas soviéticas. Por su parte, el apoyo a la causa palestina y las protestas contra Israel centraron la jornada de fiesta en los países del mundo árabe. En Irán, miles de trabajadores se manifestaron ayer en Teherán con motivo del Primero de Mayo para protestar contra el incremento de la inflación anual, el desempleo y la malas condiciones laborales.

En Cuba, Fidel Castro, arremetió ayer contra los países latinoamericanos que votaron contra su país en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, a los que volvió a calificar de «lacayos y lamebotas» de EE UU. Mientras en Venezuela, Los sindicatos venezolanos celebraron en Caracas el Día del Trabajador, divididos y polarizados por la confrontación política y social que sacude al país y alejados del llamamiento al diálogo nacional hecho por el presidente Hugo Chávez.