Las oficinas de Arafat en Gaza, donde ayer cayeron más de 35 cohetes.

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EFE - RAMALA La ofensiva militar israelí en los territorios palestinos de Cisjordania y Gaza continuó ayer por quinta jornada consecutiva, mientras el número de muertos en ambas partes crece a un ritmo casi vertiginoso e Israel enterraba a sus muertos de la víspera.

Pero ayer el primer ministro israelí, Ariel Sharón, afirmó en declaraciones a la televisión israelí que el presidente de la ANP, Yaser Arafat, ha cumplido las condiciones para poder salir de Ramalá, en Cisjordania, donde está retenido por el Ejército israelí desde diciembre.

En respuesta, Arafat afirmó que está dispuesto a reanudar el diálogo de paz «inmediatamente» con Israel, pese a «las humillaciones contínuas» que sufre el pueblo palestino, en una entrevista concedida a la televisión pública italiana RAI.

Los bombardeos aéreos tuvieron como blanco principal la oficina del presidente de la ANP en Gaza capital, contra la que helicópteros artillados Apache dispararon 35 cohetes en la madrugada del domingo. Al menos siete palestinos y un militar israelí murieron durante la jornada de ayer, sin que haya cesado la oleada de ataques militares de Israel por tierra y aire contra objetivos palestinos en Cisjordania y Gaza.