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AGENCIAS-KABUL/BERLÍN El suceso, que Kujak calificó de «grave accidente», sucedió en las inmediaciones de la capital, Kabul, durante una operación de desactivación de misiles de defensa antiaérea de fabricación rusa. Al menos siete soldados resultaron heridos, tres de ellos de gravedad. Cerca de un millar de soldados alemanes participan actualmente en la misión internacional de paz de Afganistán (ISAF), y el inspector indicó que, a pesar de un «accidente como éste», no se pone en tela de juicio la misión. El accidente se produjo durante una misión de rutina, aunque el militar alemán recalcó que desactivar armamento no es nunca algo rutinario.

La muerte de los soldados alemanes y daneses ha conmocionado a la sociedad alemana cuando el país entero discute sobre los límites que debe tener la participación germana en las misiones internacionales. El canciller, Gerhard Schroeder, al expresar públicamente sus condolencias a los familiares de los militares muertos, subrayó que el trágico incidente no tuvo nada que ver con una acción en combate y que, por consiguiente, no hay motivo para poner en tela de juicio la misión alemana en Afganistán.

Mientras, en el país asiático, el gobierno de Kabul envió refuerzos a las tropas aliadas y combatientes afganos que tratan de eliminar reductos de Al Qaeda y talibán al este de Afganistán, mientras los rebeldes resisten y mantienen sus posiciones. El ministro de Defensa, Mohamed Kasim Fahim, envió el martes soldados, tanques y vehículos para apoyar a los combatientes afganos que junto a las fuerzas aliadas combaten a los rebeldes en la provincia oriental de Paktya. Por su parte, el Pentágono anunció ayer que las fuerzas de Al Qaeda y los talibán que combaten contra las de EEUU y sus aliados en el este de Afganistán han sufrido cientos de muertos en los últimos días.

Los enfrentamientos de la «operación Anaconda» continúan por sexto día consecutivo, y EE UU ha enviado más hombres, aviones y helicópteros de ataque para intensificar la operación contra lo que se cree varios cientos de miembros de Al Qaeda y talibán, que están refugiados en cuevas en las montañas. Fuentes militares confirmaron informaciones procedentes de Afganistán acerca de que en los combates habrían muerto cientos de combatientes talibanes. El secretario de Defensa, Donald Rusmfeld, confirmó ayer las informaciones acerca de que las fuerzas de Al Qaeda están intentando reagruparse en Pakistán para tratar de reiniciar sus actividades. «No tengo duda», afirmó Rumsfeld, quien definió a los combatientes de la zona de Gardez como «los más duros» de los integrantes de los talibán y Al Qaeda.