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Uno de los magistrados instructores del «caso Elf» ha decidido reabrir por sorpresa la investigación judicial, que quedó cerrada el pasado día 4, se informó ayer. La reapertura global de este sumario, que ha marcado la vida política francesa de los últimos años y ha contribuido a emponzoñar las relaciones entre jueces y políticos, es considerada como «única en los anales judiciales» franceses. Más de cuarenta personas están inculpadas en este sumario sobre el presunto desvío de cientos de millones de euros de la petrolera Elf durante los años 90 y cuya instrucción judicial comenzó en agosto de 1994.

El juez Renaud Van Ruymbeke ha anunciado oficialmente a las diferentes partes la reapertura de todo el sumario «desde finales de abril», según informó ayer la prensa francesa. El magistrado se ha marcado ese plazo para dar tiempo a que concluya el juicio en apelación del ex ministro de Exteriores, el socialista Roland Dumas, y otros condenados en primera instancia en uno de los dossier colaterales del «caso Elf», que comienza el próximo lunes. A finales de abril y principios de mayo próximos, Van Ruymbeke ha establecido una serie de interrogatorios y de careos entre los tres personajes clave de este escándalo político-financiero.

Se trata de los ex «números uno y dos» de la ex petrolera pública francesa Loik Le Floch-Prigent y Alfred Sirven, respectivamente, así como del antiguo «señor Africa» del grupo André Tarallo. La primera consecuencia de esta decisión, según fuentes judiciales, es que el juicio, que había sido prefijado para el primer semestre de 2003, será aplazado, al menos, hasta el año siguiente. La segunda consecuencia es que se reactivaran las numerosas pistas, descubiertas recientemente, sobre presuntas financiaciones ocultas de partidos, evocadas en especial por Le Floch-Prigent. Otras de las zonas sombrías que el juez Van Ruymbeke se ha propuesto iluminar son las presuntas financiaciones políticas ligadas a la compra por Elf de la refinería española Ertoil.