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Los Gobiernos europeos expresaron ayer su rechazo a una hipotética intervención de Estados Unidos en Irak, a la vez que dudaron de que esta operación vaya a producirse de forma inminente. El presidente de EE UU, George W. Bush, reiteró el sus amenazas contra Irak, al que ha incluido, junto a Irán y Corea del Norte, en lo que llama el «eje del mal», y afirmó que se reserva «todas» las opciones para impedir a Bagdad hacerse con armas de destrucción masiva.

A ese eventual ataque se refería hoy el rotativo británico «The Guardian», que aseguraba que el departamento de Defensa y los servicios secretos de EEUU ya han comenzado los preparativos para esa operación, destinada a derrocar al presidente iraquí, Sadam Husein, y en la que participarían hasta 200.000 soldados. Sin embargo, el ministro británico de Defensa, George Hoon, aseguró que su país desconocía la existencia de una operación militar contra Irak. «No es nada sorprendente que haya proyectos para luchar contra la amenaza que supone Irak», dijo el ministro.