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EFE-AFP-BUENOS AIRES El Gobierno argentino decidió aplicar un nuevo impuesto a la exportación del petróleo y de sus derivados, las empresas del sector analizan el impacto que el nuevo gravamen tendrá en el sector. El decreto del nuevo impuesto fue publicado ayer en el Boletín Oficial, para sorpresa de las compañías afectadas, que no habían sido informadas de esa decisión. Según la norma, las ventas externas de petróleo tendrán un impuesto del 20 por ciento, en concepto de derecho de exportación, y los derivados serán gravados con un 5 por ciento.

El gas queda fuera de este gravamen. El decreto establece que la nueva carga tributaria será aplicada a partir del primero de marzo, y aunque no fija un período, la ley de Emergencia Económica aprobada el 6 de enero, de donde surge este nuevo impuesto, fijaba un período de aplicación de cinco años. La compañía Repsol YPF será la más afectada por la medida ya que es el principal productor y exportador de petróleo de Argentina. Repsol YPF contribuirá anualmente a las arcas argentinas con más de 100 millones de euros (16.638 millones de pesetas) por el nuevo impuesto, según fuentes del sector consultadas.

Mientras, el presidente de Argentina, Eduardo Duhalde, firmó el decreto que pone en marcha la renegociación de los contratos de las empresas privatizadas de servicios públicos, algo que reclamaban las compañías desde que el pasado mes de enero se pesificaron todas las tarifas. Las empresas de capitales españoles Telefónica Argentina, Aguas Argentina, Endesa, Gas Natural y Grupo Concesionario del Oeste, entre otras, participarán de las negociaciones con el Gobierno argentino.

Tras la devaluación del peso argentino, el pasado mes de enero, el artículo 8 de la Ley de Emergencia Económica pesificó y congeló las tarifas de los servicios públicos, que inicialmente estaban previstas en dólares. Entonces, las empresas alegaron que el cambio afectaba su ecuación económica, y que era necesario redefinir los términos de los contratos de concesión.