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EFE-WASHINGTON El Departamento de Justicia y Microsoft están a punto de poner fin al complejo contencioso por monopolio del gigante informático, mediante un histórico acuerdo al que ayer se daban los toques finales, según fuentes cercanas a las negociaciones. La proximidad del acuerdo empujó al alza las acciones de Microsoft en la Bolsa, en un ambiente de optimismo de los inversores ante el previsible final del caso. Según las fuentes, el acuerdo compromete a Microsoft a otorgar más poder a los fabricantes de ordenadores para determinar el uso de sus programas dentro del sistema Windows. También fija normas para que la compañía demandada por el Departamento de Justicia y 18 estados de EE UU por prácticas contra la competencia comparta sus códigos con otras empresas del sector.

Para cumplir este objetivo, el pacto establece un comité técnico que revisará los términos de ese acceso a los códigos, algo a lo que siempre se ha opuesto Microsoft. El acuerdo estará en vigor cinco años, plazo ampliable a otros dos en caso de que Microsoft viole cualquiera de sus apartados. La importancia especial de un acuerdo, en plena crisis de Afganistán es que puede reactivar el optimismo en la industria de la tecnología y en todos los sectores económicos afectados por los ataques terroristas en Nueva York y Washington.

Sin embargo, las fuentes dijeron que existe el temor de que los abogados de los 18 estados demandantes se nieguen a aceptar los términos del pacto y decidan continuar el juicio. Las conversaciones continuaron ayer de forma secreta en Washington entre representantes de Justicia y abogados de los 18 estados. Las negociaciones están siendo impulsadas para poder cumplir con el plazo fijado por el juez Colleen Kollar-Kotelly. Fuentes jurídicas señalaron que los fiscales sopesan los términos y consideran pedir al juez más tiempo para negociar, dado que hoy concluye el plazo otorgado para el arreglo extrajudicial.

El Departamento de Justicia y esos estados acusaron a Microsoft en el 2000 de aplicar tácticas contra la competencia en sus sistemas operativos, que perjudicaron a sus adversarios y a los consumidores. Por su parte, Bill Gates presidente y fundador de Microsoft, anunció la semana pasada que era «bastante optimista» de cara a una resolución de la demanda.