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EP/AFP - KABUL Bombas estadounidenses destruyeron ayer tres depósitos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Kabul, diez días después de la explosión de una primera bomba en otro de los almacenes del organismo internacional, según declararon responsables del CICR. Varios testigos afirmaron que los depósitos estaban totalmente destruidos, con camiones volcados y sacos de ayuda humanitaria reventados, esparcidos en medio de los escombros.

Según los responsables, miles de toneladas de alimentos y de material de ayuda estaban almacenadas en los depósitos destruidos. «Se puede imaginar que nuestros colegas en Kabul están extremamente desanimados y que no se sienten realmente en seguridad», añadieron, diciendo no entender cómo bombas «de precisión» pudieron caer dos veces en diez días en el mismo lugar.

Por la noche se produjeron disparos de Kalashnikov y cohetes en Kabul, momentos después de un intenso bombardeo estadounidense, que provocó al menos diez explosiones, según testigos. En los intensos bombardeos de la noche anterior contra la región de Kabul, dos hermanas de 6 y 11 años murieron al caer una bomba en su hogar, en el pueblo de Wazir Abad, tres kilómetros al oeste del aeropuerto, según afirmaron testigos presenciales. Los vecinos rescataron a los padres de entre los escombros, pero las niñas ya habían fallecido. Un poco después, una segunda bomba explotó en la calle, destruyendo parte de una vivienda.

Mientras Kabul vivía otra noche de bombardeos, el Reino Unido daba un paso más en la ofensiva militar al anunciar el despliegue de 200 comandos de marina para una posible campaña de tierra. Los marines permanecerán en el Golfo Pérsico a bordo de la nave de asalto HMS Fearless y están especializados en incursiones rápidas y combates en condiciones especialmente duras, y formarán parte de una fuerza de 4.000 efectivos británicos desplegados en la zona. Además, Moscú está ya enviando a la zona 40 tanques T-55 y otros cien carros blindados con el fin de ayudar a la oposición afgana.