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AGENCIAS-TEHERÀN Irán negó ayer a Estados Unidos su ayuda para atrapar a Osama Bin Laden, principal sospechoso de los atentados terroristas contra Nueva York y Washington. Tras una larga reunión con una 'troika' europea, el Gobierno iraní se desmarcó de la alianza internacional contra el líder integrista refugiado en Afganistán. En principio y ante la presión internacional, el presidente iraní, Mohamed Jatamí, se mostró ayer dispuesto a cooperar en una coalición mundial contra el terrorismo pero dejó claro que ese apoyo se realizará siempre que se haga en el marco de la ONU, además de mantenerse firme en su defensa de grupos extremistas como Hizbolá.

De hecho, el Guía espiritual de la República Islámica de Irán, el ayatolá Alí Jameneí, afirmó ayer que Irán no proporcionará «ninguna ayuda a Estados Unidos y a sus aliados» en caso de ataque contra Afganistán, indicó la radio. «Irán no proporcionará ninguna ayuda a Estados Unidos y a sus aliados», declaró Jameneí, dirigiéndose a las familias de los mártires de la guerra entre Irán e Irak. Durante 23 años, ustedes (los estadounidenses) han atacado constantemente los intereses iraníes, ¿cómo osan ahora solicitar nuestra ayuda para atacar a un país musulmán y oprimir a Afganistán que es nuestro vecino?», declaró el 'número uno' del régimen iraní.

«La República Islámica de Irán no participará en ninguna acción dirigida por EE UU», subrayó. «Tiene que ser la ONU, sin influencia estadounidense, quien la dirija», añadió. «Bajo el pretexto de que algunos acusados (de los atentados del pasado 11 de septiembre) se encontrarían en Afganistán, quieren, como hicieron durante la guera del Golfo Pérsico, infiltrarse en la región. Quieren extender su infiltración en la región, llegar a Asia Central, y cerca de las fronteras de Irán», afirmó. Pese a estas declaraciones, la Troika de la UE se entrevistó ayer en Teherán con Jatamí y con el ministro de Exteriores, Kamal Jarrazi, quienes transmitieron la disposición de su país a cooperar en un frente mundial contra el terrorismo, aunque manifestaron reservas sobre una posible acción militar de EE UU.

La Troika considera que ha llegado el momento «de abrir una nueva etapa en las relaciones de la UE con Irán», pero vincula los progresos que puedan hacerse en la negociación de un futuro Acuerdo de Cooperación a los avances en materia de Derechos Humanos y al alejamiento de grupos como Hizbolá. Sobre la esperada acción de EE UU, Jarrazi reconoció el derecho de legítima defensa, recogido en el artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas, pero sostuvo que Washington deberá presentar «pruebas sólidas» sobre los responsables de los atentados y reunir el respaldo de una amplia coalición mundial.