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AGENCIAS - ANKARA Turquía, país miembro de la OTAN, anunció ayer su disposición a abrir su espacio aéreo y sus aeropuertos a los aviones de transporte estadounidenses, en el marco de una eventual respuesta a los ataques terroristas del pasado 11 de septiembre en Nueva York y Washington. Este acuerdo fue notificado a Estados Unidos a través de una carta del primer ministro truco, Bulent Ecevit, dirigida al presidente estadounidense, George W. Bush, según anunció un comunicado de la oficina del primer ministro.

Por otra parte, Arabia Saudí se niega a que EEUU utilice un nuevo centro de mando en una base militar saudí en la guerra contra el terrorismo, postura que según el Pentágono, podría retrasar la campaña militar durante varias semanas. El diario «The Washington Post» informaba en su edición de ayer que el secretario de Estado Colin Powell está tratando de persuadir al Gobierno saudí de que revise la política que tienen en vigor desde hace más de diez años, y permita a EEUU establecer un centro de operaciones aéreas en la base saudí.

Mientras se llevan a cabo las conversaciones al más alto nivel, el Pentágono está considerando la posibilidad de establecer su centro de operaciones en otro país, pero no se ha especificado dónde. La decisión saudí, de no cambiarse, podría representar un importante contratiempo para los esfuerzos del Gobierno de George W. Bush de llevar a cabo casi inmediatamente una ofensiva militar en respuesta a los atentados terroristas del 11 de septiembre.