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AGENCIAS - PESHAWAR La ciudad de Peshawar, principal vía de acceso terrestre a Afganistán desde Pakistán, vive momentos de tensión y un inusitado despliegue militar en previsión de un ataque de los talibán. Fuerzas del Ejército y la policía custodian las calles próximas al Consulado de EE UU, bloqueadas al tráfico rodado, lo que agrava el habitual embotellamiento de esta caótica ciudad. El despliegue es también notorio en las principales vías de la ciudad, lo que ha contribuido a acrecentar el nerviosismo entre la población. La ciudad norteña, apenas a cien kilómetros de la frontera con Afganistán, ha visto cómo se instalaban ametralladoras antiaéreas en su aeropuerto, de uso civil y militar, tras un incesante ir y venir de soldados y vehículos militares.

La incertidumbre pesa en el ambiente de este enclave montañoso, donde residen paquistaníes junto a cientos de miles de afganos huidos del país vecino a lo largo de años de guerras, que habitan en miserables ciudades de adobe en sus alrededores.

Pakistán no ha cambiado su política de entrada al país desde la frontera afgana y las personas con documentos válidos continúan pasando sin problemas. «Todos los extranjeros con visados para Pakistán son autorizados a entrar en Pakistán desde Afganistán», aseguró la administración de regiones fronterizas. «La cuestión sobre el cierre de fronteras o de cambio de política no se plantea», añadió la misma fuente. Las autoridades paquistaníes salieron al paso de las informaciones sobre la petición estadounidense de «cierre hermético» de sus fronteras con Afganistán.