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EFE- ISLAMABAD Los ocho cooperantes extranjeros, acusados de propagar el cristianismo por el Gobierno Talibán, fueron presentados ayer por primera vez ante los jueces del supremo de Kabul, desde que comenzó el martes pasado el juicio según la ley islámica.

Las mujeres iban cubiertas, de acuerdo con la tradición islámica y una de ellas vestía el «burka», una especie de manto que tapa de la cabeza a los pies con una rejilla a la altura de los ojos, indumentaria que los Talibán obligan a llevar a las mujeres afganas.