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JULIO GUARDIA-JERUSALÉN Un atentado suicida ocurrido a primera hora de la mañana de ayer en una céntrica calle de Jerusalén Oeste provocó heridas a trece personas, entre ellas a un agente de la Policía de Fronteras, que se encuentra hospitalizado en condición crítica. La autoría del mismo no ha sido todavía reivindicada, aunque las fuerzas de seguridad barajan la hipótesis de que se vuelva a tratar de una de las organizaciones extremistas islámicas.

El coordinador de la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) de la Unión Europea, Javier Solana, se acercó al lugar de los hechos, donde fue abucheado por decenas de israelíes. Más tarde se reunió con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yaser Arafat, a quien solicitó formalmente que haga todo lo posible por prevenir este tipo de acciones terroristas. La ciudad de Jerusalén volvió a convertirse en escenario de un atentado suicida. En esta ocasión el fallido ataque presentó un componente de sofisticación añadido, no observado en atentados previos.

El terrorista, se disfrazó de judío ortodoxo, se puso una barba postiza, y se aproximó al que había de ser su objetivo desde el barrio de Mea Shearim, donde intentó pasar desapercibido a través de su indumentaria. Pero algún movimiento o gesto sospechoso hizo que una ciudadana diera el aviso a una unidad de la Policía de Fronteras que vigilaba la zona. Una vez los agentes solicitaron la documentación al individuo en cuestión, éste detonó los explosivos que llevaba en una bolsa de mano, volatilizándose a sí mismo y causando heridas a trece personas.

Poco después de que tuviera lugar el atentado, Javier Solana, que realiza una breve gira por la región, se acercó para comprobar lo ocurrido. A pesar de lamentarse públicamente del hecho y de declarar taxativamente que «este tipo de actos criminales deben cesar inmediatamente», Solana fue abucheado por la muchedumbre congregada en el lugar de los hechos. Asimismo, hubo algún elemento exaltado que intentó agredirle, por lo que soldados, policías y guardaespaldas se vieron obligados a intervenir y facilitarle la salida.