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EFE-STAVROPOL(RUSIA)
Fuerzas antiterroristas rusas resolvieron en un asalto relámpago de diez segundos el secuestro ayer de un autobús con 40 pasajeros en una región vecina de Chechenia después de trece horas de angustia. Al empezar a caer la noche, cuando un terrorista de origen chechén amenazaba con ejecutar a los 24 rehenes encerrados que quedaban en el autocar tras varias liberaciones, fuerzas de elite asaltaron el vehículo, mataron al secuestrador y liberaron a todos los pasajeros.

El autobús, bloqueado en un puente de acceso al aeropuerto del balneario de Mineralnie Vodi, fue atacado con granadas de efecto cegador y ensordecedor y enseguida asaltado por comandos. «El asalto apenas duró diez segundos», dijo a la prensa un agente del grupo antiterrorista «Alfa» que participó en la operación. El terrorista resultó muerto en el asalto por el disparo de un francotirador, pero los agentes temían que tuviera al menos otro cómplice entre los pasajeros del autobús secuestrado esta mañana en la región de Stávropol, en el sur de Rusia.

El fiscal general de Rusia, Vladímir Ustínov, dijo tras la operación que el terrorista «no tenía cómplices», pero fuentes de seguridad mostraron sus dudas al respecto y, tras prestar primeros auxilios a los pasajeros liberados, procedieron a interrogarles. Testimonios de rehenes liberados implicaron en el secuestro a uno de los pasajeros, que aparentemente se pasó todo el día sentado en su asiento y que intercambiaba constantes signos con el secuestrador. Este pasajero fue inmediatamente reducido por agentes durante la operación y algunas informaciones iniciales incluso hablaron de la detención del «segundo terrorista».

«No hay víctimas entre los rehenes», dijo la oficina del portavoz del Kremlin, Serguéi Yastrzhembski, pero otras fuentes informaron de que varios de los pasajeros del autobús resultaron levemente heridos por esquirlas de cristal que saltaron durante el asalto. Desde sus vacaciones en el balneario de Sochi, en el mar Negro, el presidente ruso, Vladímir Putin, felicitó inmediatamente a todos los agentes que participaron en el feliz desenlace del secuestro. El autobús, un «Ikarus» de fabricación húngara con 40 pasajeros y el conductor, fue secuestrado a las 6.45 de la mañana hora local (02.45 GMT) en el trayecto entre Nevinomisk y Stávropol.