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MARTA ALTUNA-LONDRES La tensión crecía ayer en el Ulster a sólo un día de que se reinicien hoy en Weston Park (oeste de Inglaterra) las conversaciones para impulsar el proceso de paz. En Portadown la policía se vio obligada a intervenir después de que un grupo de jóvenes protestantes protagonizara incidentes violentos, a la vez que la policía desactivó un artefacto explosivo en esta misma localidad.

Las fuerzas de seguridad utilizaron mangueras de agua para dispersar a los manifestantes, que habían lanzado piedras, ladrillos, botellas y bombas incendiarias a la Policía. Este grupo de jóvenes celebraba el aniversario de la victoria de Guillermo de Orange sobre el católico Jacobo II en el año 1690, motivo por el cual se celebran todos los años desfiles en Irlanda del Norte para conmemorar esta victoria que desde el año 1995 suelen desembocar en violencia.

Miles de orangistas celebran durante estos días lo que para ellos es su reivindicación histórica y una tradición. En cambio, los católicos opinan que se trata de una provocación innecesaria que poco hace para mejorar la convivencia entre ambas comunidades. El momento es especialmente delicado ya que hoy se reinician las conversaciones de Paz en Weston Park (en el oeste de Inglaterra).

Durante los últimos tres días los primeros ministros británico e irlandés, Blair y Ahern, se reunieron con los líderes de los distintos partidos políticos, pero las reuniones terminaron con «desacuerdos sustanciales». Los partidos tienen que hacer frente a la situación generada tras la dimisión del ministro principal del Ulster, David Trimble.