TW
0
EFE-JERUSALÉN El primer ministro israelí, Ariel Sharon, asustado por las quejas recibidas de EE UU, que le acusa de no intentar mantener negociaciones políticas con los palestinos, se ha sacado de la manga un «plan de paz realista», que, a la postre, prevé un Estado palestino con soberanía muy limitada. Así lo revelaron ayer periodistas israelíes que acompañan a Sharon en su viaje a Washington, quienes afirman que el primer ministro israelí presentó su plan al presidente estadounidense, George W. Bush, el martes por la noche.

Según las fuentes, Sharon estaría dispuesto a discutir el supuesto plan al término de su propio calendario de aplicación de las recomendaciones del informe Mitchell, es decir, cuando hayan transcurrido diez días de alto el fuego total, a lo que se sumaría un periodo de distensión de seis semanas. Las fuentes dijeron que Sharon no especificó el porcentaje exacto de territorio de Cisjordania y Gaza que estaría dispuesto a entregar a los palestinos al final del proceso negociador, pero sí que Jerusalén oriental, donde viven 200.000 palestinos, quedaría bajo soberanía israelí.

Israel también mantendría «zonas de seguridad» a lo largo del valle del Jordán y la «línea verde», la frontera invisible que separa Israel de los territorios ocupados en 1967. En el plan no se habla de evacuar asentamientos judíos y en cuanto a la congelación de la construcción en ellos, Sharon mantuvo la actual posición israelí de que no se construirán nuevos, pero pueden ampliarse los existentes. Entre las medidas que deberían adoptar los palestinos antes de llegar a las negociaciones, figura una reducción de las fuerzas armadas palestinas y la recogida de todas las armas ilegales.

Por su parte, el secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, llegó ayer a Israel en el marco de la gira que efectúa a países de Oriente Medio para tratar de impulsar el interrumpido proceso de paz entre israelíes y palestinos. En sus reuniones, Colin Powell tratará de hacer avanzar la aplicación del plan de pacificación elaborado por el director de la CIA, George Tenet, para un alto el fuego.