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EFE-JERUSALÉN El Gobierno israelí cede a la presión de la población y rompe con los acuerdos para frenar la violencia con los palestinos. Así, decidió reanudar «la caza» del activista palestino y liberó al Ejército de no disparar. Los colonos judíos y la ultraderecha decidieron ayer salir a la calle para protestar por la política de contención del primer ministro israelí, Ariel Sharon, porque dicen que están hartos de ser «carne de cañón». Setenta de las 120 víctimas israelíes muertas en ataques palestinos en los nueve meses que dura ya la «Intifada de Al Aqsa», son colonos.

El colono Ilya Krivitz, de 62 años, fue asesinado el miércoles por un miliciano palestino del movimiento Al Fatah que le disparó varios tiros a bocajarro. Unos 200.000 colonos residen en los más de 185 asentamientos judíos desperdigados por los territorios de Cisjordania y Gaza, y que la comunidad internacional considera el principal obstáculo en el proceso de paz entre palestinos e israelíes. A raíz de los ataques contra los colonos, el Gobierno israelí «congeló» el miércoles por la noche la aplicación del Plan Tenet de pacificación, mientras que el Ejército ha reforzado la vigilancia en las carreteras de Cisjordania y recomienda a los colonos que viajen en convoyes de al menos dos coches.

La prensa local destaca que Kritvitz y su familia se disponían a abandonar el asentamiento de Homesh, pero la inmensa mayoría de los colonos cree cumplir un mandato divino con su presencia en las tierras palestinas: poblar la bíblica «Tierra de Israel». Ese mandato es el que les ha sacado a la calle para protestar por la política de contención del Gobierno de Sharon y exigirle mano dura con los palestinos. Un grupo de colonos asedia desde ayer la oficina de Sharon, quien llegó al poder en las elecciones de febrero gracias al voto de la derecha.

El primer ministro israelí se defendió ayer de las críticas y explicó que el Ejército tiene completa libertad para actuar contra aquellos palestinos que atacan a Israel. «Nuestro mayor objetivo es mantener la libertad de movimientos; las carreteras serán seguras y castigaremos a todos aquellos que planean ataques contra objetivos israelíes», afirmó Sharon. Por otra parte, y para apaciguar los ánimos, el Gobierno israelí aprobó ayer por la tarde la construcción de forma inmediata de 700 viviendas en las colonias judías que hay en los territorios ocupados. Las viviendas se construirán en el este de Jerusalén y en el nordeste de Tel Aviv, estas construcciones van en contra de las recomendaciones de la Comisión Mitchell, que pidió una parada completa de las edificaciones hebreas en territorio palestino.