El secretario general de la ONU, Kofi Annan, se reunió ayer con el ministro de Exteriores israelí, Simón Peres.

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ELÍAS BENARROCH-JERUSALÉN Un niño palestino murió ayer presuntamente por los disparos de soldados israelíes durante un enfrentamiento en un campo de refugiados en la franja de Gaza. La víctima, Ali Abu Shauish, de 12 años, murió de un balazo en el pecho, informaron fuentes hospitalarias palestinas. Asimismo, otros tres palestinos resultaron heridos -uno de 13 años ingresó en estado crítico por un disparo en el abdomen-, durante choques con soldados israelíes a los que arrojaron piedras, agregaron las fuentes. Abu Shauish es la quinta víctima mortal -la cuarta palestina- desde que palestinos e israelíes acordaron el cese del fuego hace cinco días con la mediación del director de la CIA, George Tenet.

Por otro lado, un oficial palestino de la unidad de enlace y cooperación, Hasan Yusuf Rimaui, fue detenido por Israel, informaron fuentes palestinas. Un portavoz del Ejército israelí desmintió la información pero confirmó que hace varios días una unidad militar detuvo a un palestino al que acusa de estar involucrado en ataques terroristas en el distrito cisjordano de Jenín. Mientras, la tregua entre palestinos e israelíes ha dejado al descubierto las primeras fisuras en el Gobierno de Unidad Nacional israelí, pero no entre el Partido Laborista y el Likud, sino entre el jefe del Gobierno, Ariel Sharon, y los partidos de la ultraderecha.

Sharon y Peres, líderes del Likud y el Laborismo, protagonizaron ayer un duro enfrentamiento verbal durante la reunión del Consejo de Ministros, al discrepar sobre la forma de aplicar la tregua con los palestinos. «El informe Mitchell debe ser aplicado con buena voluntad y buen espíritu», dijo Peres, quien se quejó de que Israel «tiene agarrados a los palestinos por la garganta». Esta postura provocó la ira de los ministros de la derecha, que exigen que el líder palestino, Yaser Arafat, cumpla de forma estricta el alto el fuego pactado el miércoles, antes de avanzar hacia un proceso político. «No tenemos ninguna divergencia sobre el orden del proceso, lo que hay es una diferencia entre dos concepciones distintas», afirmó Peres, restando importancia a su enfrentamiento personal con Sharon.