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SAUD ABU RAMADÀN-GAZA Miles de personas participaron ayer, entre llamamientos a la venganza y enarbolando banderas palestinas y de varias organizaciones, en el entierro de 3 mujeres beduinas que murieron en la noche del sábado en Gaza mientras dormían, al ser alcanzadas por proyectiles israelíes.

Las tres mujeres, todas de la misma familia, un conocido clan beduino cuyos miembros se convirtieron en refugiados en 1948, estaban en su casa cuando un proyectil disparado por un carro de combate israelí cayó sobre ella, en el barrio de Al Mughraqa, al sur de la ciudad de Gaza. El barrio se encuentra en las cercanías del asentamiento judío de Netzarim, que está fuertemente vigilado por el Ejército israelí, y desde ayer numerosas pintadas en las paredes advertían que la muerte de las tres mujeres «no quedará como polvo en el viento».

Fuentes médicas del hospital Shifa dijeron que Selmeya el Malalha, de 65 años, Nasra el Malalha, de 55 y Hekmat el Malalha, de 17, murieron y otras dos mujeres de la familia resultaron gravemente heridas.

Los asistentes al cortejo fúnebre portaron los cuerpos de las tres mujeres, envueltos en la bandera palestina, desde el hospital Shifa, de Gaza capital, hasta el barrio donde residían las víctimas para que sus familiares pudieran darles el último adiós.